Información sobre el nuevo brote de coronavirus
Durante las últimas semanas hemos recibido mucha información sobre la nueva epidemia causada por el «coronavirus de Wuhan». Pero, ¿qué hay de cierto en todo lo que afirman los medios de comunicación?
El foco inicial del brote infeccioso fue en la ciudad de Wuhan (China), concretamente en un mercado de pescado y marisco, en el que se vendían también animales salvajes (venta legal e ilegal). Hay coronavirus presentes en muchos mamíferos, desde murciélagos hasta perros, pasando por los humanos. Por poner un ejemplo, algunos de los virus del resfriado son de la família coronavirus.
El contagio por coronavirus es como el de la gripe, por aire o contacto directo; producen un cuadro sintomático tipo gripal, con algunas complicaciones que pueden desencadenar en neumonías graves, pudiendo causar la muerte en pacientes con otras enfermedades de base (personas inmunodeprimidas, por ejemplo).
Durante el siglo XXI ha habido otros casos de brotes infecciosos por coronavirus: durante el 2002 y el 2003 hubo un brote que causaba el síndrome respiratorio agudo grave (conocido como SARS), el cual tuvo una tasa de mortalidad del 11 %. Por otra parte, en 2012 hubo otro brote que causaba el síndrome respiratorio de Oriente Medio (conocido como MERS), con una tasa de mortalidad del 36%. Este año, por su parte, nos encontramos con un brote infeccioso con una tasa de mortalidad del 3%. De momento no hay tratamiento específico ni vacuna por coronavirus confirmado, pero la situación se plantea mucho mejor que en los dos brotes anteriores.
En el caso del SARS, se diagnosticaron unos 8.000 casos en un total de 30 países. El diagnóstico precoz y el aislamiento de los enfermos a los hospitales y los contactos a sus hogares, fueron las medidas que evitaron la mayor expansión de la enfermedad. En los hospitales se evitó una mayor difusión del virus con las medidas higiénicas habituales.
Esta vez, lo que se ha intentado es limitar la expansión implementando una cuarentena obligatoria a través del cierre de varias ciudades y fronteras, con falta de fundamento científico en estos casos. En los aeropuertos se ha instaurado controles de temperatura a los vuelos de llegada, medida totalmente cuestionable, ya que una persona puede estar infectada sin tener ningún síntoma, pero si transmitirlo. Una medida más adecuada es la de controlar a través de cuestionarios en el aeropuerto de salida. Por otra parte, ha habido un pánico desmedido en la población, que se ha manifestado en una compra masiva de mascarillas, agotándose en la mayoría de farmacias. Atendiendo a este hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como otras autoridades sanitarias, no recomiendan el uso de mascarillas, ya que ni siquiera algunas de uso profesional impiden el paso de los coronavirus.
En cualquier caso, los casos sospechosos de infección son los que cumplen al menos un criterio epidemiológico y uno clínico:
- Epidemiológicos:
o Cualquier persona con historia de viaje en la provincia de Hubei (China), los 14 días previos a los síntomas.
o Cualquier persona, que en los 14 días previos a la aparición de los síntomas, haya estado en contacto estrecho con una persona con un caso probable o confirmado.
- Clínicos: cualquier persona con síntomas compatibles con una infección respiratoria aguda, de cualquier gravedad, que presente fiebre y alguno de los siguientes síntomas: dificultad respiratoria, tos o malestar general.
Por lo tanto, si has viajado a Wuhan (China) o has tenido contacto directo estrecho con alguien que haya viajado y tiene síntomas respiratorios intensos con dificultad respiratoria, consulta a tu médico, sobre todo si tienes alguna enfermedad de base.
En el resto de casos hay que evitar una epidemia de pánico, ya que no está fundamentado. Y, evidentemente, no estigmatizar el colectivo chino. Ante cualquier duda, consulte a su farmacéutico o cualquier tipo de fuente sanitaria fiable.