En invierno y con el frío, aunque este año ha venido más tarde, es época de enfermedades respiratorias como la gripe y el resfriado. El hecho de que el frío deteriore los mecanismos de defensas naturales de nuestro cuerpo y la concentración de personas en lugares cerrados, hace que se propaguen fácilmente. El contagio se puede producir por la transmisión de las gotas que liberamos con los estornudos o al hablar, toser … al tocar objetos, superficies, etc.
Algunas medidas preventivas para evitar caer serían beber mucha agua para hidratar las mucosas, comer frutas que aportan vitaminas, lavarse las manos correctamente y con frecuencia, taparse al estornudar, ventilar las habitaciones, descansar correctamente, no fumar y evitar los humos, …
Algunos de los síntomas más comunes del resfriado y de la gripe son la tos, la congestión nasal, el malestar general, fiebre y dolor de garganta. Todos estos son limitados en el tiempo y suelen durar unos días, pero para intentar aliviar los mismos y que nos encontramos mejor podemos adquirir diferentes productos en nuestras farmacias de confianza.
Por ejemplo, para tratar la tos tendremos que diferenciar si es irritativa debido a la inflamación de la garganta y de las vías respiratorias superiores o bien se una tos productiva con mucosidad, donde nuestro organismo intenta expulsarla. Entonces tomaremos un jarabe antitusivo, bien un mucolítico o expectorante según el caso.
Para tratar el malestar, la fiebre, y el dolor de garganta podemos tomar paracetamol, ácido acetil salicílico o ibuprofeno, además de combinarlo con algunos comprimidos para deshacer en la boca o spray antisépticos, con miel, propóleos o analgésicos.
Para la congestión nasal y los mocos, lo más recomendable es hacerse lavados nasales con suero fisiológico las veces que haga falta y aplicar posteriormente un spray descongestionante pero con la precaución de no utilizarlo más de 3 días para evitar el efecto rebote. También podremos tomar un antigripal en sobres o comprimidos que suelen llevar un antihistamínico y descongestionante nasal, entre otros componentes.
Todo ello acompañado de una buena hidratación y reposo en caso necesario, y siempre con la mejor atención personalizada para cada caso y cada enfermo, donde intentaremos dar lo que mejor se adapte a los síntomas y necesidades del paciente que nos visite en la farmacia.