La presencia de mosquitos es más frecuente en verano y en temporadas de más calor, en zonas húmedas y en climas cálidos, tropicales y subtropicales.

La mayoría de mosquitos de nuestro entorno no presentan ningún riesgo significativo para nuestra salud, pero sí generan molestias que afectan nuestra calidad de vida.

Los mosquitos son insectos que pertenecen a la familia de los dípteros y tienen un ciclo vital de 4 fases: huevos-larvas-pupas-adultos. Las hembras adultas son las que ponen los huevos, normalmente en zonas de agua estancada donde se desarrollan las tres fases y crecen hasta ser adultos.

Son estas hembras adultas las que pican a los humanos y mamíferos para conseguir la sangre de estos que les proporcionará las proteínas necesarias para poder poner huevos fértiles.

Se ha observado que el propio metabolismo y la química del organismo juegan un papel muy importante a la hora de atraer a los mosquitos, el tipo de sangre, la temperatura corporal y el color de la ropa son algunos de los factores que favorecen el atractivo de las personas en el ataque de los mosquitos. Básicamente se ven atraídos por el CO2 que exhalamos y por el ácido láctico que excretamos con el sudor. De esta manera las personas mayores, obesas, mujeres embarazadas y las personas que practican deporte o sudan mucho son blancos fáciles para los mosquitos.

Un 20% de la población es más atractiva para los mosquitos que el resto de personas.

Los mosquitos perforan la piel succionando la sangre e inyectando pequeñas cantidades de saliva, que es la responsables del picor, inflamación y enrojecimiento de la lesión. En general ocasionan problemas leves y localizados pero bastante molestos, aunque a veces pueden infectarse o dejar marca.

Los tratamientos de los que disponemos en la farmacia alivian el picor, el enrojecimiento y la inflamación de las picaduras. Se pueden aplicar lociones de calamina, antihistamínicos en roll-on, gel o crema, amoníaco e incluso cremas con corticoides. En los casos más graves en que hay múltiples picaduras, muy inflamadas y rojas se podrán administrar antihistamínicos orales e incluso corticoides inyectados (siempre con prescripción médica)

Algunas recomendaciones para intentar disminuir el número de picaduras:

  • Ducharse antes de acostarse para eliminar el sudor y olor, protegiéndonos durante un rato.
  • Utilizar mosquiteras.
  • Poner plantas repelentes cerca de las ventanas: albahaca, melisa o lavanda.
  • No utilizar perfumes o colonias dulces y florales, desodorantes o lociones muy perfumadas.
  • Evitar ropa de colores oscuros.
  • Utilizar algunos de los repelentes que existen comercializados como pueden ser sprays sintéticos (DEET) o naturales (citronella), enchufes o aparatos que emiten ondas de frecuencia, parches, toallitas o brazaletes de citronella.

 

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