Dada la época del año en que nos encontramos, es el momento de referirnos a un «malestar» común, de casi todas las familias con menores escolarizados. Nos referimos a los piojos, que científicamente conocemos como pediculosis.

Para diagnosticar y tratar con éxito los piojos, es importante tener algunas nociones sobre el

ciclo vital y las principales características de estos parásitos.

Los piojos tienen una vida de unos 30-40 días y, pasan por tres fases: huevo, ninfa y fase adulta.

Aproximadamente a la semana de la puesta de los huevos, salen las crías (ninfas). Aunque

son más pequeñas que los piojos adultos, ya se alimentan de la sangre que chupando a través

de sus picaduras, y que producen el picor característica que se tiene cuando se sufre de

piojos. El desarrollo de los huevos y ninfas depende de la Temperatura, a unos 28ºC su

crecimiento es óptimo, no aguantan temperaturas superiores y por debajo del crecimiento

realentiza. Hacia los 15 días, las crías se transforman en adultos, que ya pueden poner huevos.

Contrariamente a lo que se piensa, los piojos no saltan ni vuelan, pasan de un extremo a otro si existe contacto directo. También se pueden transmitir a través del intercambio de objetos (Cepillos, sombreros, bufandas …), siempre que el intercambio se realice de forma inmediata, ya que los piojos no sobreviven más de dos días fuera del calor de la cabeza. Las mascotas NO transmiten piojos. Los huevos no se contagian ya que, si uno se despegara del cabello, no podría volver a engancharse a otro pelo. Además, los huevos deben estar a una determinada distancia del cuero cabelludo, ya que necesitan calor y humedad, de lo contrario no tienen posibilidades de sobrevivir.

Los piojos viven exclusivamente cogidos en el pelo de la cabeza, sobre todo, detrás de las orejas, y cercanos en la nuca. No hay ninguna relación entre la higiene y el hecho de sufrir de piojos, es más, cuanto más limpio esté el cabello, más fácil se pueden desplazar y llegar al cuero cabelludo.

Aunque crecen y se reproducen tan rápidamente, a veces puede costar identificarlos,

sobre todo porque se mueven rápido por la cabeza al aplicar luz, o al iniciar el peinado con el cabello seco. Por tanto, en caso de que se sospeche de piojos, la mejor manera de diagnosticarlos es haciendo un peinado exhaustivo con el cabello mojado, con un peine especial o lendrera (tiene muy poca distancia entre las púas), con buena luz y un papel o toalla blancos. La lendrera la sacudiremos enérgicamente sobre el papel o toalla (también puede ser directamente al baño), ya continuación la limpiaremos para eliminar los piojos que hayan arrastrado.

Se tratará sólo a aquellas personas que se haya confirmado la presencia de, al

mínimo, un piojo vivo. En estos casos, se deberá informar y examinar los contactos más

cercanos (familia, escuela…) en busca de piojos y, aunque se detecten huevos, sólo se

tratarán si se consigue aislar un piojo vivo.

El tratamiento se basa en dos partes:

-Eliminación Mecánica: se hace con las liendreras (de plástico o metálicas). Las de

plástico son adecuadas para detectar y retirar piojos, y las metálicas también retiran huevos.

Después de cada pasada se deberán limpiar muy bien, para evitar que los piojos arrastrados

vuelvan a la cabeza. El proceso este se repetirá cada 2-3 días durante dos semanas, después de detectar el último piojo vivo.

-Eliminación Tópica: aplicación de diferentes productos, que destruyen los piojos.

Se deberán aplicar sobre el cabello seco, desde la raíz hasta la punta, y se dejarán actuar a

al aire libre el tiempo necesario para que cada uno haga su efecto. Ninguno de ellos es efectivo al 100% en la eliminación de piojos y huevos, en todos se debe repetir la aplicación a los 7-10 días, ya que en el primer tratamiento sólo eliminamos piojos vivos pero pueden quedar huevos. La repetición del tratamiento es importante para acabar con los piojos jóvenes que hayan podido eclosionar en este periodo (y que se hayan escapado de la lendrera !!!). Los productos tópicos de primera elección son: las piretrinas, y las siliconas. Las primeras son insecticidas que matan piojos y huevos. Las segundas no son insecticidas y actúan asfixiando a los piojos. Como segunda elección están los preparados a base de malatión, pero se descartan bastante por su mal olor, por su carácter altamente inflamable y por su largo tiempo de aplicación. Otros productos que se utilizan para el tratamiento tópico de los piojos son: aceite esencial de lavanda, aceite esencial de árbol de té y vinagre. No hay ningúna evidencia científica que explique y confirme el efecto de los aceites esenciales. Sin embargo, la realidad es que se utilizan y con resultados positivos. El vinagre es el remedio de toda la vida, lo que nos han transmitido las abuelas, y su efecto se basa en disolver el «cemento» que engancha los huevos a los pelos.

La elección del tratamiento adecuado será muy fácil siempre que, ante las primeras

sospechas de piojos, acuda a su farmacia de confianza. Allí le harán las

recomendaciones adecuadas según sus síntomas y sus preferencias, así como

también, le transmitirán la información necesaria para que el tratamiento se finalice con

éxito.

Tratar los piojos, y comunicar su existencia a los demás, es un bien para todos.

Mantengamlos a raya y no dejamos que molesten más de la cuenta a nuestros pequeños !!

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