MOLLUSCUM CONTAGIOSUM: ¿QUÉ ES? COMO SE TRANSMITE? CUAL ES SU TRATAMIENTO?

EL Molluscum contagiosum, es una infección producida por un virus de la familia de los poxvirus, que infecta la piel, produciendo unas lesiones muy características. Estas lesiones son redondas, con relieve, de color de la piel, miden entre 2 y 6 mm de diámetro, tienen forma de ombligo (con un pequeño agujero en el medio) o con un punto en la parte central superior. En algunos casos pueden llegar a inflamarse, provocando  picor y suelen aparecer en cara, cuello, axilas y tronco.

 

Cómo se transmite?

 

El virus se contagia por contacto directo, o por contacto con objetos infectados, como la ropa, toallas, juguetes, esponjas, …  Esta infección afecta básicamente a los niños de entre 2 y 10 años, ya que tienen un sistema inmunitario más inmaduro y porque el contacto físico entre ellos es más estrecho. En los jóvenes y adultos también puede aparecer, sobre todo en pacientes con un sistema inmunitario débil. A los adultos con sistema inmunitario normal, el Molluscum puede aparecer en la parte inferior del abdomen, en la parte superior interna de las piernas y en los genitales, considerándose así una infección de transmisión sexual en estos casos.

El hecho de rascarse las lesiones o frotarlas, puede hacer que se desprendan y se esparza el virus por la piel sana provocando nuevas lesiones, además de sobre infectarse las ya existentes. Cómo se diagnostica? El diagnóstico se realiza mediante la exploración física del paciente, reconociendo el tipo de lesión por parte de un profesional sanitario. Lo más importante en este tipo de infección es evitar su propagación a familiares o compañeros. No es necesario la exclusión de los niños en la escuela o actividades acuáticas como la natación, pero si que es conveniente cubrir las lesiones con un apósito, en el caso de ir a la piscina, que sea impermeable para evitar posibles transmisiones del virus con el contacto directo o al compartir toallas, juguetes y tablas para nadar. ¿Cuál es su tratamiento? Normalmente estas lesiones evolucionan espontáneamente en 1-3 años, pero no debemos esperar tanto, se aconseja visitar al pediatra, dermatólogo o médico de familia lo antes posible para que nos recomiende el tratamiento más adecuado en cada caso para eliminarlas . Mayoritariamente y si son pocas las lesiones, los especialistas se deciden por su extracción. Se aplica una crema anestésica que se deja actuar entre 30-45 minutos y se extraen con una cucharilla especial o con nitrógeno líquido. Otra opción es utilizar irritantes tópicos, que se aplicarán en casa y con mucho cuidado, sólo sobre la lesión, sin tocar la piel sana. Estos provocarán un enrojecimiento, inflamación e irritación en la base de la lesión que hará que caiga con el paso de los días. Algunos de estos irritantes son el hidróxido potásico, la cantaridina, el ácido salicílico, la podofilotoxina, ácido tricloracètic, ..

 

Desde la farmacia le aconsejamos ir al médico para intentar eliminarlos y así evitar que nuestros hijos transmitan la infección. Por otro lado si no queremos actuar al respecto, sería recomendable tapar las lesiones para evitar un problema sanitario que puede llegar a afectar a una gran parte de los compañeros de escuela o de actividades acuáticas.

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