TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE LA PIEL ATÓPICA!
La piel atópica es una enfermedad de la piel que se caracteriza principalmente por la sequedad, lo que desencadena descamación e irritación y provoca síntomas tan molestos como el picor.
¿Cuáles son las causas?
Es una enfermedad crónica y alérgica que aparece principalmente en personas genéticamente predispuestas, pero existen factores ambientales, alimentarios, el estrés, la falta de sueño y algunos tipos de tejidos, que pueden desencadenarla y / o empeorarla.
Es una enfermedad que afecta a bebés y niños, y en menor grado a los adultos ya que en la mayoría de los casos va desapareciendo con el crecimiento. En los niños aparece en la cara, zonas de flexión como codos y rodillas, muñecas, cuero cabelludo, piernas y caderas. En los adultos estas lesiones aparecen principalmente en la cara y el cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas?
La piel no realiza su función de barrera correctamente y permite la penetración de irritantes y alérgenos, al mismo tiempo se deshidrata muy rápido, lo que provoca el enrojecimiento, la descamación, la inflamación y el picor.
Estos síntomas se van y vuelven a aparecer, debido a la temperatura, los cosméticos, los productos irritantes de limpieza, a algunos tipos de tejidos…
¿Qué consejos podemos seguir para su prevención?
Como hemos comentado, es un trastorno que no podemos prevenir ya que se produce por una predisposición genética, pero sí que podemos seguir una serie de consejos y medidas para combatir los factores que lo empeoran:
-Utiliza aceites de ducha o limpiadores sin jabón, para evitar irritaciones y así hidratar la piel desde la ducha. Posteriormente aplícate una crema hidratante o emoliente para mantener la piel hidratada. Repite este último paso varias veces al día.
-Dúchate con agua tibia (32-34ºC) mejor que bañarte, y como máximo durante 10 minutos, ya que el agua muy caliente puede irritar la piel.
-Enjabónate con las manos y sin frotar, ya que las esponjas o manoplas pueden irritar la piel.
-Enjuágate a fondo para asegurarte que retiras todo el limpiador.
-Seca tu piel con una toalla sin frotar.
-Mira de mantener una temperatura y nivel de humedad del entorno adecuado, evitando las temperaturas extremas, ya que el sudor desencadena los ciclos de picor.
-Escoge espacios libres de humo y ventila las habitaciones todos los días al menos 5 minutos.
-Evita prendas de nylon y lana y utiliza algodón, lávalas la primera vez antes de estrenarlas utilizando detergentes suaves.
-Corta las uñas de los niños y bebés para evitar el rascado.
-Evita los posibles alérgenos como el polvo, animales domésticos y algunos alimentos… Limpia el polvo de forma regular y aspira frecuentemente.
-Lleva una dieta equilibrada evitando frutos secos, lácteos y excitantes como la cafeína y la teína.
-Evita situaciones de estrés y practica deporte a diario.
¿Cómo tratarla?
Primeramente se deberá hacer un diagnóstico diferencial por parte del dermatólogo que confirme que se trata de piel atópica y seguir el tratamiento pautado.
Cuando hay un brote se suele aplicar un corticoide suave tópico y local que alivia el dolor y la inflamación de la piel, esto se combina con cremas o lociones hidratantes que se aplican varias veces al día. En casos más graves se puede llegar a tomar un antihistamínico oral para disminuir este picor.
Cuando los síntomas remitan, retiraremos el corticoide (con pauta descendente) y seguiremos con los aceites de ducha o limpiadores sin jabón y con una correcta pauta de hidratación diaria.
Siguiendo estas medidas y recomendaciones podríamos alargar la incidencia de los brotes de piel atópica y reducirlos al máximo de tiempo, mejorando así nuestra calidad de vida y la de nuestros hijos.