Meningitis meningocócica
La meningitis bacteriana tiene una distribución muy amplia en el mundo, pero se concentra principalmente en África subsahariana en el ‘’cinturón de la meningitis» que va desde el oeste del Senegal al este de Etiopía. La incidencia es superior en invierno y en primavera, períodos en los que las epidemias surgen de forma irregular. Afecta predominantemente a los niños, adolescentes y los adultos jóvenes, siendo estos últimos el grupo de edad con mayor tasa de portación de la bacteria.
La enfermedad meningocócica invasiva es causada por la bacteria Neisseria meningitidis, capaz de superar las defensas del organismo, permitiendo que la infección se propague a través del torrente sanguíneo y de ahí hasta el cerebro. Así esta enfermedad se presenta habitualmente como meningitis o septicemia.
La incidencia de la enfermedad es baja, pero de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), si no se tratan, la mayoría de los casos pueden ser mortales. Por ello la importancia de la vacunación que es el único método de prevención.
Según la OMS existen 12 serogrupos de Neisseria meningitidis que causan la mayor parte de la enfermedad alrededor del mundo, 6 de ellos (A, B, C, W, X e Y) pueden causar epidemias.
SINTOMATOLOGIA
Los síntomas más frecuentes son:
- Rigidez de la nuca
- Fiebre elevada
- Fotosensibilidad
- Dolor de cabeza
- Vómitos
- Confusión
Si se dan algunos de estos síntomas siempre ha de considerarse una urgencia médica. Entre un 10 – 20% de los enfermos que superan la infección pueden presentar secuelas permanentes tales como: retraso mental, sordera, epilepsia y otros trastornos neurológicos.
TRANSMISIÓN DE LA ENFERMEDAD
La bacteria se transmite de persona a persona a través de las gotículas de las secreciones respiratorias y de la garganta. La propagación de la enfermedad se ve facilitada por el contacto estrecho y prolongado con una persona infectada. El periodo de incubación medio es de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.
Hay personas que son portadoras de la bacteria a nivel nasofaringe. De hecho, los adolescentes y los adultos jóvenes presentan la mayor tasa de portación de la bacteria.
COMO SE PUEDE PREVENIR
Existen 2 tipos de vacuna y ambas son necesarias para protegerse de todos los serogrupos. Sobre todo la población de mayor riesgo, los niños y adolescentes.
– CONTRA SEROGRUPO B:
- BEXSERO®: inmunización activa de adultos (2 dosis con un mes de separación como mínimo entre dosis), niños y adolescentes menores de 18 años (3 dosis, la 1ª a partir de los 2 meses de edad, el resto separadas en más de un mes).
- TRUMENBA®: inmunización activa contra varias cepas del serogrupo B (antígeno fHbp A y B) en 3 dosis (2 dosis con un mes de separación como mínimo entre dosis, y el resto al menos 4 meses después). Indicada a partir de los 10 años de edad para prevenir la enfermedad.
Algunos países ya las han incluido en el calendario financiado de vacunas infantiles.
– CONTRA SEROGRUPOS A, C, W, Y:
- NIMENRIX®: vacuna antimeningocócica los serogrupos A, C, W, Y conjugada con toxoide tetánico. Una única dosis Indicada a partir de los 12 meses de edad y sin límite de edad. La adolescencia es la edad óptima para esta vacunación.
- MENVEO®: indicada para adultos y niños a partir de los 2 años en una única dosis.
Como hemos dicho la infección puede ser muy grave, por eso la prevención es de vital importancia. La vacunación es muy segura, y necesaria en los grupos de riesgo.